Chef cocinó a su esposa en un tanque por cuatro días

El viernes 18 de octubre de 2009, Dawn Viens le dijo a un amigo que llegaría a dejarle unos mil dólares para que se los guardara, como lo había hecho anteriormente. Dawn nunca llegó. Desapareció. Nadie más la volvió a ver.

Dawn era la esposa de David Viens, un reconocido chef de 49 años, propietario del restaurante y café Lomita, ubicada al sur de Los Ángeles, en Estados Unidos.

Cuando la policía lo interrogó tras haber recibido el reporte de la desaparición de Dawn, David afirmó que ella lo había dejado y se había tomado un tiempo para estar sola.

Sin embargo, nadie la vio marcharse e incluso su automóvil se encontraba estacionado en el mismo lugar de siempre.

¿Qué había pasado realmente con Dawn?

En las siguientes semana David se comportó normal y hasta inició una relación amorosa con una de sus empleadas, una camarera de 22 años, y eso empezó a llamar la atención de la gente.

La hermana de Dawn dijo a la policía que su desaparición no era normal.

La hija de David le suplicó qué había pasado realmente con su madre. David dijo que había discutido con ella, la amarró y le puso una cinta adhesiva en la boca y se fue a dormir. A la mañana siguiente, cuando fue a verla la encontró muerta y se asustó. Entonces, para de deshacerse del cuerpo la cocinó por cuatro días en la cocina de su restaurante cuando no había nadie.

Cuando se dio cuenta que la policía estaba tras su pista, David dijo a su novia que se iba a suicidar, así que agarró su auto y se fue a toda velocidad. Unos policías lo vieron manejando a exceso de velocidad y lo persiguieron. David llegó a un acantilado, se bajó y antes que los agentes lo detuvieran se lanzó al precipicio de unos 25 metros de altura. Sin embargo, sobrevivió y solo se quebró ambas piernas y quedó en silla de ruedas. Tras recuperarse fue arrestado.

“La cociné por cuatro días. La dejé enfriar, la colé y luego tiré los restos a la basura”., le confesó a la policía.

Agregó que colocó el cuerpo de su esposa boca abajo para no verle el rostro en un recipiente de 190 litros y a medida que la iba cocinando iba desprendiendo las partes más grandes y los cortaba en trozos más pequeños que los colocaba en bolsas para luego tirarlos en el cesto de la basura. Botó el restó en el fregadero y los huesos también los metió en una bolsa y los tiró en la basura.

Sin embargo, los restos de Dawn nunca fueron hallados después de su desaparición en octubre de 2009.

Luego, en el juicio, David, negaría que haber cocinado a su esposa, a quien dijo que extrañaba más que a nadie y la amaba.

“Dawn probablemente se murió de una manera mucho más violenta. Es por eso que el acusado necesitó los cuatro días para destruir por completo y desechar el cuerpo de Dawn Viens -por estrangulamiento, por ejemplo – de lo que admitió su marido”, dijo un fiscal durante el juicio.

Los seis hombres y seis mujeres del jurado deliberaron durante cinco horas y media antes de entregar su veredicto de asesinato en segundo grado.

Viens compareció ante el tribunal en una silla de ruedas como consecuencia de las heridas sufridas tras saltar 25 metros de un acantilado en febrero de 2011.

Fue condenado a 15 años de prisión. Posteriormente solicitó que se le concediera libertad condicional, pues lamentaba mucho lo que había hecho. Sin embargo, se le negó ese privilegio durante una audiencia de casi seis horas en la que brindó un relato detallado de cómo mató a Dawn Viens, de 39 años, durante un ataque de celos en 2009.

Pero también se retractó de su confesión de 2011 de que hirvió su cadáver durante, una historia que calificó de “extravagante”.

“No espero tu perdón. ... No hay justificación para este horrible crimen que cometí. Fue egoísta, cruel y cobarde”.

Su próxima audencia de idoneidad programad está prevista para 2026..