Ya entramos en cuenta regresiva para las elecciones 2024 y el péndulo va de un lado a otro, trayendo consigo resultados de encuestas muy distantes unos de otros, descrédito, ego desmedido y desvergüenza; pero, también: esperanza cifrada en actuar apegado a principios y leyes contra todo pronóstico.
Panamá debe avanzar, reinventándose, afianzando fortalezas y logrando consensos con propósito, pues nuestra historia sigue escribiéndose. Y aunque encontramos capítulos controversiales y otros con sello de “Prohibido olvidar”, la tinta corre ávida por trazar líneas más claras y eso aplica al proceso electoral que está a la vuelta de la esquina ya decisiones que, una vez más, están en terreno de la máxima corporación de justicia.
Inicia semana crucial, previa a los comicios, donde los candidatos a diferentes puestos de elección potencian sus ofertas electorales frente a una población que se debate entre la apatía, la indecisión y la desconfianza. Sin embargo, vale ejercer su legítimo deber y derecho al voto. ¡Hagalo!.
¿Y por quién?. Tómese el tiempo de leer, ver y escuchar, pues, aunque emotivo el voto debe ser más razonado. Y, ya sea que recién estrene cédula o tenga millas recorridas frente a las urnas, su voto vale; y por ser preciado, no se bota, se honra a conciencia.
Ya entramos en cuenta regresiva para las elecciones 2024 y el péndulo va de un lado a otro, trayendo consigo resultados de encuestas muy distantes unos de otros, descrédito, ego desmedido y desvergüenza; pero, también: esperanza cifrada en actuar apegado a principios y leyes contra todo pronóstico.
Panamá debe avanzar, reinventándose, afianzando fortalezas y logrando consensos con propósito, pues nuestra historia sigue escribiéndose. Y aunque encontramos capítulos controversiales y otros con sello de “Prohibido olvidar”, la tinta corre ávida por trazar líneas más claras y eso aplica al proceso electoral que está a la vuelta de la esquina ya decisiones que, una vez más, están en terreno de la máxima corporación de justicia.
Inicia semana crucial, previa a los comicios, donde los candidatos a diferentes puestos de elección potencian sus ofertas electorales frente a una población que se debate entre la apatía, la indecisión y la desconfianza. Sin embargo, vale ejercer su legítimo deber y derecho al voto. ¡Hagalo!.
¿Y por quién?. Tómese el tiempo de leer, ver y escuchar, pues, aunque emotivo el voto debe ser más razonado. Y, ya sea que recién estrene cédula o tenga millas recorridas frente a las urnas, su voto vale; y por ser preciado, no se bota, se honra a conciencia.
Periodista.
