El drama del Darién

La televisora estatal SerTV produjo un documental titulado “Darién no es una ruta, es una jungla” que durante 21 minutos relata el infierno en que se ha convertido ese paso fronterizo en los últimos años, a través del cual pasaron el año pasado 520,085 personas en la más desgarradora migración irregular que se da en la frontera de Panamá con Colombia. En conjunto con la Oficina Internacional de Migraciones (IOM) de Naciones Unidas, la Federación Internacional de Cruz Roja (IFRC), el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados (UNHCR) y la cancillería turca, la embajada de Panamá en Türkiye realizó una presentación y posterior panel en torno a este drama que se está dando en nuestro país, y que para el resto del mundo es desconocido. Además del incontrolable flujo que se ha ido incrementando desde 2022, se expuso la amenaza que enfrenta a la riqueza natural del parque nacional Darién, donde hay una enorme cantidad de flora y fauna que se ven afectadas por el paso de los migrantes, que suman unas 106 nacionalidades, y de los cuales, 22.5% son niños, que son altamente vulnerables a las enfermedades y hasta el abandono y violación. La producción del documental es reveladora de lo que viven a diario estas personas que escogen abandonar sus países y tratar de llegar al “sueño americano”, pero que testimonian allí que, si hubieran sabido a lo que se enfrentaban, jamás habrían escogido esta ruta. Türkiye y Panamá tienen en común que son países de tránsito, y el papel que ha jugado Türkiye en el tema migratorio no es justamente valorado. En los últimos años ha acogido a más de 3 millones de sirios, que sí se quedan en territorio turco, y a los que se acoge e integra en las poblaciones donde llegan. Esta migración irregular ha recibido, de la Unión Europea, fondos para su manejo a través de Naciones Unidas, por lo que era importante que se supiera lo que vivimos en Panamá a diario. Urge que se llegue a un acuerdo entre los países vinculantes, incluyendo a los Estados Unidos, para que se detenga este flujo migratorio, que, sin lugar a duda, representa un millonario negocio para alguna organización y ese acuerdo no puede ser tan fácil como cerrar la frontera o levantar un muro en Darién.